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Síntomas y tratamiento del ojo de cereza en perros

Síntomas y tratamiento del ojo de cereza en perros

Si bien no es exactamente común, el ojo de cereza en los perros afecta a algunas razas más que a otras. Obtenga más información sobre esta afección, su posible causa y cómo se trata.

Acerca del ojo de cereza en perros

El ojo de cereza es el término común para una glándula lagrimal prolapsada. En circunstancias normales, las glándulas lagrimales están ocultas debajo del tercer párpado de los ojos de un perro. El tercer párpado es en realidad la membrana nictitante. Esta es una sección delgada de tejido que normalmente se encuentra debajo del párpado inferior donde no se puede ver. Cuando la glándula comienza a sobresalir, expone la membrana nictitante. Una vez expuesto, este delicado tejido se daña y/o infecta fácilmente.

Aunque aún se desconoce la causa exacta de esta condición, la glándula puede comenzar a sobresalir debido a una debilidad en el tejido conectivo que normalmente se supone que la mantiene en su lugar.

Apariencia de Cherry Eye

La aparición del ojo de cereza puede ser bastante alarmante para cualquiera que no esté familiarizado con esta condición. La glándula lagrimal tiende a secarse e irritarse una vez que se expone. Cuando miras a un perro con esta afección, la glándula se ve como una masa roja e hinchada en el rabillo del ojo que se parece un poco a una cereza, y así es como la afección obtuvo su nombre común.

Uno o ambos ojos pueden desarrollar glándulas lagrimales protuberantes.

Diagnóstico y tratamiento de un perro afectado

El ojo de cereza en los perros no pone en peligro la vida, pero la afección puede afectar la función ocular de un perro. Cuanto más tiempo esté expuesta la glándula, mayor será la posibilidad de que se lesione o se infecte. Por lo tanto, esta condición debe tratarse tan pronto como sea evidente. Un veterinario puede diagnosticar fácilmente esta afección con un simple examen visual del ojo del perro.

Luego, el veterinario determinará el tratamiento más efectivo en función de cuánto ha progresado la afección. En algunos casos en los que el ojo de cereza se ha diagnosticado rápidamente después de que la afección se hizo evidente, el veterinario recetará un antibiótico, un medicamento antiinflamatorio o una combinación de ambos con la esperanza de reducir la inflamación lo suficiente como para que la glándula vuelva a su posición original. solo.

En otros casos donde la glándula es más pronunciada e irritada, el veterinario puede decidir que la glándula debe volver a colocarse en su lugar quirúrgicamente para evitar que sobresalga nuevamente.

En el pasado, la glándula lagrimal protuberante se extirpaba de forma rutinaria, pero este tratamiento ya no es el preferido porque conduce a un ojo seco permanente. Si la glándula no se puede salvar y debe extirparse, el perro afectado deberá recibir tratamiento con gotas para los ojos recetadas por el resto de su vida para mantener el ojo húmedo.

Razas más afectadas

Prácticamente cualquier perro puede desarrollar un caso de ojo de cereza, pero hay algunas razas que parecen estar genéticamente predispuestas a desarrollar la afección. Los bulldogs en particular encabezan la lista, pero otras razas incluyen San Bernardo, Boston Terrier, Shar Peis, Bloodhound y Beagle.

Pronóstico

El ojo de cereza es muy tratable, y un perro afectado tiene muchas posibilidades de recuperarse por completo si la glándula lagrimal expuesta se trata de inmediato. Hay una mayor probabilidad de recaída si la afección solo se trata con medicamentos. En muchos casos, el reemplazo quirúrgico de la glándula ofrece las mejores probabilidades de prevenir una recaída.