Recibir un diagnóstico de displasia de cadera en su perro o enterarse de que su nuevo cachorro puede estar en riesgo puede ser alarmante. La displasia de cadera canina es una afección esquelética genética que se desarrolla en perros jóvenes y, a menudo, provoca dolor en las articulaciones, cojera o incluso pérdida de movilidad. Comprender más acerca de esta dolorosa afección, así como los tratamientos disponibles, puede ayudar a los propietarios a crear una vida cómoda y más satisfactoria para sus mascotas.
¿Qué es la displasia de cadera canina?
Displasia de cadera canina (dis- que significa "anormal" y -plasia que significa "crecimiento") es un problema de desarrollo de la cadera que surge durante la etapa de crecimiento de un cachorro. También es el trastorno musculoesquelético más común que se observa en perros de razas medianas y grandes.
En los perros sin displasia, la articulación de la cadera crece de manera uniforme y luego encaja de manera cómoda y suave. Sin embargo, en los perros con displasia de cadera, las estructuras crecen a ritmos diferentes, por lo que la cabeza del fémur encaja flojamente en la pelvis, lo que provoca un roce excesivo. Eventualmente, el cartílago que amortigua la articulación se desgasta debido a esta desalineación y el perro experimenta dolor y cojera asociada. Los casos graves de displasia de cadera pueden provocar la pérdida completa de movilidad en las patas traseras.
Signos y Síntomas
Los primeros síntomas de la displasia de cadera canina pueden aparecer durante el rápido crecimiento de un cachorro, entre los 4 y los 9 meses de edad. Sin embargo, es posible que algunos perros no muestren signos hasta que sean mucho mayores. Si bien es posible que no haya síntomas clínicos iniciales, los siguientes son signos comunes de la afección que se observan en cachorros y perros.
- Renuencia a salir a caminar o jugar
- Cojera (progresiva o después del ejercicio)
- Lento para levantarse de una posición sentada o sedentaria
- Sentarse en posiciones inusuales
- Debilidad en las extremidades posteriores
- Marcha vacilante o de "salto de conejo"
- Dificultad para correr o saltar
- Atrofia de los músculos posteriores
- Sonidos de chasquidos
- Caderas dolorosas
Causas de la displasia de cadera en perros
Aunque la genética juega un papel importante en por qué un perro puede desarrollar displasia de cadera, hay varios otros factores que contribuyen. Estos incluyen la dieta, la tasa de crecimiento, el nivel de actividad, las lesiones, la masa muscular y el peso.
Según los informes, los cachorros con sobrepeso tienen el doble de riesgo de desarrollar displasia de cadera en comparación con los que tienen un peso saludable. El exceso de ejercicio también puede causar problemas. Los propietarios deben abordar estos factores ambientales lo antes posible, ya que el período de crecimiento es un momento crítico.
Razas comúnmente afectadas
La displasia de cadera canina puede afectar a un perro de cualquier tamaño, pero es particularmente frecuente en razas grandes y de rápido crecimiento. Las siguientes razas, así como los perros mestizos con estos pedigríes, son algunas de las más comúnmente afectadas.
- Pastores Alemanes
- Rottweiler
- Perros perdigueros de oro
- Boyero de Berna
- Perros perdigueros de labrador
- Terranova
- San Bernardo
- Gran danés
- Setters irlandeses
- Mastines
- Perros pastores ingleses antiguos
- Samoyedos
- Braco de Weimar
Si bien las razas de perros más grandes tienen un mayor riesgo de desarrollar displasia de cadera, incluso las razas de perros pequeños pueden verse afectadas por la enfermedad, especialmente si tienen sobrepeso o llevan una vida extremadamente activa. Los siguientes perros más pequeños también pueden ser propensos a la displasia de cadera:
- Pastor Americano Miniatura
- Cavernícola rey Charles Spaniel
- Caniche
- Shih-tzu
- Pugs
- Corgis
Obtener un diagnóstico
Si le preocupa que su perro pueda estar sufriendo de displasia de cadera, es importante que lo examine un veterinario. Su veterinario puede diagnosticar la condición a través de la palpación manual de las articulaciones (sensación de flojedad en las caderas) y observándolos caminar. Las radiografías también son necesarias para determinar la gravedad de la degeneración articular.
Examen OFA
También es posible realizar exámenes de rayos X en perros sin síntomas para ver si tienen alguna evidencia de displasia. Los propietarios pueden optar por hacer esto para cachorros de razas más grandes que podrían ser propensos a la afección, y se recomienda a los criadores que realicen esto antes de criar perros para evitar que se transmita.
La mayoría de las pruebas se realizan a través de la Fundación Ortopédica para Animales (OFA). Su veterinario enviará las radiografías a estos especialistas, quienes clasificarán las caderas según un sistema de puntuación. Hay siete categorías en las que se pueden clasificar las caderas, desde "Excelente" hasta "Severo".
Tratamiento de la displasia de cadera
Hay varias formas de controlar la incomodidad de la displasia de cadera según la edad, el estado de salud y la gravedad de la enfermedad del perro. Por lo general, su veterinario elegirá entre una combinación de diferentes métodos para que su perro se sienta lo más cómodo posible.
- Control de peso :El peso del perro debe controlarse con cuidado, ya que incluso unos cuantos kilos de más pueden añadir estrés a las articulaciones deterioradas, causando más dolor e inflamación. Confirme con su médico que su perro está siguiendo una dieta adecuada.
- Actividad limitada :Si bien todos los perros necesitan ejercicio, se deben evitar los juegos extenuantes como perseguir pelotas, saltar y hacer trucos de pie sobre las patas traseras para aliviar el estrés en las articulaciones. Los ejercicios de bajo impacto según las indicaciones de su veterinario pueden ayudar a fortalecer cuidadosamente los músculos.
- Medicamentos :Para ayudar a aliviar el dolor, muchos veterinarios recetan medicamentos antiinflamatorios seguros para perros. Los suplementos como la glucosamina o los ácidos grasos omega también pueden ayudar a mejorar la salud de las articulaciones.
- Terapia de calor :El frío puede agravar la condición, por lo que los perros afectados pueden beneficiarse de compresas tibias o camas calientes.
- Acupuntura :La acupuntura se usa con perros para ayudar a aliviar el dolor de numerosas dolencias y puede ser beneficiosa para perros displásicos.
- Ortesis de cadera: Un aparato ortopédico de soporte puede ayudar a algunos perros que sufren síntomas de displasia de cadera.
Opciones quirúrgicas
Si la afección es grave, se puede recomendar la cirugía.
- Sinfisiodesis del pubis juvenil (JPS) :A los cachorros de entre 10 y 16 semanas de edad con displasia de cadera se les puede realizar este procedimiento mínimamente invasivo para ayudar a cerrar la placa de crecimiento.
- Osteotomía pélvica triple (TPO): Este procedimiento se realiza en cachorros de entre 5 y 12 meses de edad para ayudar a corregir la conformación de la cadera.
- Ostectomía de la cabeza femoral (FHO) :Para las razas de perros más pequeños, la extracción de la cabeza femoral (la parte superior del fémur que se monta en la articulación pélvica) es una opción, y el perro eventualmente generará una articulación falsa de tejido cicatricial como reemplazo.
- Reemplazo total de cadera (THR) :En perros más pesados, puede ser necesaria una cirugía de reemplazo total de cadera, donde la articulación de la cadera se reemplaza con un implante de metal o plástico.
Prevención de la displasia de cadera canina
Debido a que es principalmente una condición genética, la displasia de cadera canina no se puede curar ni prevenir realmente. Sin embargo, si tiene un cachorro que puede ser propenso a la afección, puede ayudarlo a crecer y minimizar el desarrollo displásico.
- Mantenga a su cachorro en un peso saludable y evite que tenga sobrepeso.
- Alimente a los cachorros de razas grandes con una dieta balanceada formulada para cachorros de razas grandes. Evite cambiarlos a una dieta para adultos demasiado pronto (la mayoría de los cachorros de razas grandes deben permanecer con comida para cachorros hasta los 12 a 18 meses).
- Pregunte a su veterinario acerca de comenzar un suplemento para apoyar la salud de sus articulaciones.
- Evite dejar que los cachorros suban escaleras antes de los 3 meses, ya que un estudio sugiere que esto puede aumentar el riesgo de displasia de cadera.
- Evite correr con cachorros hasta que estén completamente desarrollados (entre los 9 y los 24 meses de edad, según el tamaño y la raza).
- Evite permitir que los cachorros en crecimiento jueguen en pisos resbaladizos o superficies duras donde puedan lastimarse.
- Si elige un cachorro de raza pura, pregúntele al criador sobre sus antecedentes familiares para asegurarse de que no tengan un mayor riesgo de contraer la enfermedad. Solicite certificados OFA u otros resultados de exámenes de salud según la raza.
Cómo ayudar a su perro con displasia de cadera
La displasia de cadera canina es un deterioro de las articulaciones de la cadera, que se encuentra predominantemente en perros más grandes. Aunque la afección puede ser dolorosa, se puede controlar mediante un cuidadoso control del peso, suplementos para las articulaciones, medicamentos antiinflamatorios, ejercicio moderado y cirugía si es necesario, lo que permite que los animales afectados vivan vidas plenas y felices.