El linfoma canino es un cáncer grave en los perros. Por lo general, se ve en perros de mediana edad, puede atacar a un perro de cualquier edad. Si bien las tasas de supervivencia a largo plazo son muy bajas, hay tratamientos disponibles para prolongar la vida del perro.
Descripción general del linfoma canino
El linfoma canino es una forma común de cáncer en los perros. Ocurre en los ganglios linfáticos y en órganos como el hígado y el bazo. Es un cáncer agresivo y puede causar la muerte en uno o dos meses si no se trata.
Se desconocen las causas de este cáncer. Los factores ambientales, como herbicidas, pesticidas y fuertes campos magnéticos, son causas sospechosas.
Hay cuatro tipos:
- El linfoma multicéntrico ocurre en los ganglios linfáticos y los órganos linfáticos. Esta forma se caracteriza por ganglios linfáticos agrandados en el cuello, la ingle y debajo de las patas delanteras.
- El linfoma alimentario afecta el tracto digestivo. Este tipo puede no mostrar síntomas hasta las últimas etapas. En las últimas etapas, los vómitos y la diarrea son signos significativos.
- El linfoma mediastínico afecta el tórax y la glándula del timo. Es una forma rara de la enfermedad. Se caracteriza por dificultad para respirar, fatiga y letargo.
- El linfoma cutáneo ataca la piel y los ganglios linfáticos superficiales. Bultos y lesiones elevadas son las características de este tipo.
Otros síntomas generales del linfoma canino son fiebre, vómitos y pérdida de apetito. El perro también puede perder pelo y peso. Los propietarios también pueden notar un aumento de la sed y una micción más frecuente. El síntoma más común que encuentran los propietarios son bultos, especialmente en el cuello.
Diagnóstico
La prueba exacta para la enfermedad depende de la ubicación de los bultos o tumores. Una biopsia de los ganglios linfáticos afectados revelará la presencia de linfoma canino. El veterinario puede realizar una ecografía o tomar radiografías para confirmar la afectación de los órganos. El veterinario también puede recomendar análisis de sangre y una biopsia de médula ósea para determinar la extensión del cáncer.
Tratamiento
El linfoma canino es una enfermedad sistémica, lo que significa que afecta a todo el sistema linfático. Por lo general, no se recomienda la cirugía, ni tampoco el tratamiento con radiación.
La quimioterapia es el tratamiento preferido y logra prolongar la vida del perro. Esta terapia suele ser una combinación de medicamentos orales e inyectados administrados uno a la semana. Los perros suelen tolerar bien la quimioterapia. Los tratamientos de quimioterapia del linfoma canino a menudo resultan en una o más remisiones del cáncer.
Los inmunomoduladores también pueden incluirse como tratamiento. Estos medicamentos modifican las reacciones del sistema inmunológico a las células cancerosas. Su veterinario también puede recomendar terapias nutricionales como darle a su perro una dieta baja en carbohidratos o una dieta rica en ácidos grasos Omega-3.
Se están desarrollando muchos tratamientos nuevos para el linfoma. El uso de células madre para combatir el cáncer asoma en el horizonte. También hay estudios sobre quimioterapia de dosis alta y diferentes combinaciones de fármacos.
Algunos propietarios también exploran tratamientos de medicina alternativa además de la quimioterapia. La mayoría de estos tratamientos están diseñados para estimular el sistema inmunitario para que el cuerpo pueda combatir el cáncer por sí solo. Debe analizar los tratamientos alternativos con su veterinario antes de administrárselos a su perro.
Pronóstico
Si no se trata, este cáncer suele ser fatal en un corto período de tiempo, de cuatro a ocho semanas. Con tratamiento, la vida del perro se puede alargar aproximadamente 12 meses de media. Han ocurrido tasas de supervivencia más largas, pero son menos comunes. Cuanto antes se trate el cáncer, mayor será la posibilidad de un tiempo de supervivencia más prolongado. Es importante darse cuenta de que extender la vida de un perro por un año representa hasta el diez por ciento de la vida útil del perro. Eso es similar a extender la vida de un humano por siete u ocho años.
Un diagnóstico de linfoma canino es grave. Existen tratamientos exitosos que pueden extender la vida de su compañero de cuatro patas. También se están desarrollando nuevos protocolos. Hable con su veterinario sobre las opciones para su perro.